El ídolo de la música pop preadolescente Justin Bieber instó el miércoles a sus seguidoras a calmarse, después de que le robaran su sombrero y su madre fuese derribada cuando 500 personas lo recibieron a su llegada a Nueva Zelanda.

El frenesí se produjo tras la cancelación del lunes por parte de la policía australiana de una presentación en directo en Sídney del cantante canadiense de 16 años, después de que una multitud de unas 5.000 chicas adolescentes se descontrolase y se produjesen varios desmayos, con ocho jóvenes heridas como resultado.

La histeria que rodea a Bieber, quien viaja para promocionar su disco "My World 2.0", ha generado comparaciones con la reacción de los fans de The Beatles cuando la banda británica salía de gira en la década de los 60.

"Finalmente llegamos a Nueva Zelanda anoche", escribió el artista a los más de 2 millones de personas que lo siguen a través de la red social Twitter.

"El aeropuerto fue una locura. No estoy muy feliz por el hecho de que alguien me robase mi sombrero y derribasen a mi mamá. Vamos gente... Quiero poder firmar autógrafos, sacar fotografías y conocer a mis fans, pero si todos están empujando, la seguridad no me va a dejar hacerlo", agregó.

Bieber saltó a la fama tras ser descubierto en YouTube, donde su madre publicó vídeos en los que él aparecía cantando en concursos de talentos. Después, el jovencito firmó un contrato con el sello del rapero Usher, Island Def Jams Music Group, a la edad de 14 años.

Su álbum "My World 2.0" llegó al número uno de las clasificaciones de la revista Billboard en Estados Unidos a menos de una semana de su salida a la venta en marzo.